Calvin Gosz, un joven desocupado de 19 años, está rematando su nombre a través de un famoso portal de remates por Internet. La base es de 5.000 dólares. Según explicó, está dispuesto a cambiarse legalmente el nombre a cualquier cosa que el comprador disponga.
“Espero que sea algo más tipo Ronald McDonald que un insulto directo. Me imagino que podría ser un hombre muy rico que está aburrido y que no sabe qué hacer con su dinero”, explicó Calvin.
Según reza la página en cuestión “el título lo dice todo. Me cambiaré el nombre a cualquier cosa y presentaré la documentación correspondiente cuando haya recibido el pago. Literalmente me pondré lo que sea: nombres corporativos, humor escatológico, letras al azar, lo que sea.”
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